Estrés
Sobrelleva el estrés y aprende a manejarlo
Nuestro cuerpo está pensado para soportar el estrés, pero en pequeñas dosis. De hecho, es parte de nuestro instinto de supervivencia. ¿Alguna vez has escuchado un ruido extraño durante la noche y, de repente, te has despertado por completo? Esa es tu respuesta de lucha o huida que te hace estar hiperconsciente y concentrado para que puedas mantenerte a salvo. En muchas situaciones, el estrés puede ser bueno. Sin embargo, cuando estás bajo estrés constante sin períodos de relajación, puede convertirse en un problema grave. Puede hacer que el cuerpo se acelere y causar todo tipo de problemas de salud.1
¿Qué es el estrés?
El estrés puede ser difícil de definir porque no es algo que se pueda ver, como la secreción nasal o la fractura de un hueso. El estrés es la reacción del cuerpo ante cualquier situación que cause tensión física, mental o emocional. Todas las personas experimentan estrés y reaccionan diferente ante sus factores estresantes únicos. La forma de responder a ese estrés puede afectar tu bienestar general. Existen dos tipos principales de estrés2:
- Estrés agudo: se produce cuando experimentas estrés por un corto período de tiempo. Generalmente, es estrés positivo proveniente, por ejemplo, de prepararse para una entrevista, entrenar para una maratón o planear proponerle matrimonio a tu pareja. Este tipo de estrés tiene consecuencias inofensivas y de corta duración, como mariposas en el estómago o sudor en las palmas de las manos.
- Estrés crónico: se produce cuando permaneces en un nivel de estrés alto durante demasiado tiempo y puede causar síntomas bastante graves.
Quizá, puedas encontrar un factor estresante (o dos) simplemente haciendo un balance de tu entorno en este momento. Tal vez, estás por responder un correo electrónico frustrante, notas un montón de ropa sucia a tu izquierda o escuchas a tus hijos discutiendo en la habitación de al lado. La vida está llena de factores estresantes positivos y negativos. Algunos podemos ignorarlos o afrontarlos con facilidad, mientras que otros consumen más energía. Esta es una lista de los factores estresantes frecuentes con los que podrías identificarte3:
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Ambiente laboral o familiar perjudicial para la salud
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Sentirse sobrecargado de trabajo
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Muerte de un ser querido
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Divorciarse
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Perder un trabajo
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Obligaciones financieras
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Casarse
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Comprar una casa
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Cuidar a un familiar
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Evento traumático (desastre natural, robo, accidente automovilístico u otros eventos similares)
¿Alguna vez te has preocupado tanto que te has enfermado físicamente? Así de potente puede ser el estrés. La conexión entre la mente y el cuerpo es real. El estrés puede provocar síntomas físicos, mentales y emocionales. Además, con el estrés crónico aparecen o empeoran muchas afecciones de salud. Entre los signos y síntomas de un alto nivel de estrés crónico, se pueden incluir los siguientes2:
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Dolor de cabeza
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Problemas para dormir
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Dolor o tensión muscular
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Problemas gastrointestinales
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Cambio en el deseo sexual
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Presión arterial alta
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Ansiedad e irritabilidad
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Ataques de pánico
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Comer en exceso
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Falta de motivación
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Tristeza o depresión
¿Sabías que el estrés afecta a todos los sistemas del cuerpo? Piensa en los músculos y los sistemas respiratorio, cardiovascular, endocrino, gastrointestinal, nervioso y reproductivo. ¡Vaya! Deberías recordarlo siempre. El estrés elevado y constante puede ponerte en riesgo de padecer problemas de salud graves, por ejemplo, los siguientes3:
- Problemas de salud mental (depresión, ansiedad, trastornos de personalidad)
- Enfermedades cardiovasculares (enfermedad cardíaca, presión arterial alta, ataque cardíaco, accidente cerebrovascular)
- Obesidad y trastornos alimentarios
- Problemas menstruales
- Disfunción sexual y disminución de la libido
- Afecciones de la piel y el cabello (acné, psoriasis, caída permanente del cabello)
- Problemas intestinales (gastritis, colitis ulcerosa, colon irritable)
- Debilitamiento del sistema inmunitario
El estrés es inevitable. Por lo tanto, es importante reducirlo y controlarlo lo mejor posible. Estas son algunas maneras de ayudar a aliviar el estrés, impedir el desgaste y prevenir los problemas de salud relacionados con el estrés4:
- Haz ejercicio con regularidad.
- Prueba la meditación, el yoga o la terapia de masajes.
- Pasa tiempo con tu familia y tus amigos
- Ríe (¡mucho!)
- Dedica tiempo a pasatiempos que te hagan feliz, como leer o escuchar música
- Duerme lo suficiente
- Come alimentos nutritivos
Quizás, te preguntes por qué navegar por Internet o ver tu película favorita no están en la lista. ¿Sabías que las formas inactivas de controlar el estrés, por ejemplo, mirar televisión o jugar videojuegos, en realidad, pueden aumentar el estrés con el tiempo?4 Adoptar un enfoque consciente para tratar el estrés es clave para aliviarlo de forma correcta y a largo plazo.
¿Cuándo debo consultar a mi médico por estrés?
Si crees que puedes estar experimentando síntomas de mucho estrés y no logras mejorarlo, consulta a tu proveedor de atención primaria (el médico o proveedor al que podrías consultar para tu examen físico anual). El médico querrá saber cuáles son tus síntomas y, probablemente, te pregunte sobre cualquier cambio importante en tu vida o posibles desencadenantes. Además de consultar al médico, visita a un asesor o terapeuta para que te ayude a encontrar recursos de salud conductual que te permitan afrontar mejor algunos de los factores estresantes de la vida. No juegues con el estrés: toma las medidas necesarias para encontrar el equilibrio en la mente y el cuerpo y mantenerte en buena salud.4