Cáncer testicular
El cáncer de testículo puede parecer un tema delicado y no necesariamente fácil de abordar, pero podría ser útil conocer algunos datos. En primer lugar, en realidad, es bastante raro y tratable, según cancer.org. De hecho, el riesgo de que un hombre muera por cáncer de testículo a lo largo de su vida es aproximadamente 1 en 5,000.1 Puede que tengas más posibilidades de atrapar una bola de foul en un partido de las Grandes Ligas de Béisbol.2 Estas probabilidades no significan que no debas tomarlo en serio. Conocer los signos del cáncer de testículo y cuándo consultar a un médico puede aumentar tus posibilidades de recibir un tratamiento exitoso.
El cáncer de testículo comienza en los testículos, que forman parte del sistema reproductivo masculino. En un varón adulto, cada testículo suele ser un poco más pequeño que una pelota de golf. Se ubican dentro de un saco protector de piel llamado "escroto". Sus funciones principales son producir hormonas (como la testosterona) y espermatozoides. Existen diferentes tipos de células que forman los testículos, y cualquiera de esas células podría presentar cáncer. Si eso sucede, el primer paso es saber qué tipo (o tipos) de cáncer testicular existe.
¿Qué tipos de cáncer de cuello de testículo existen?
Existen distintos tipos de cáncer de testículo, y puede aparecer más de uno al mismo tiempo. Para simplificar las cosas, repasemos las dos categorías principales de cáncer de testículo: tumores de células germinales y tumores del estroma. Si quieres más detalles, puedes consultar esta página para obtener más información sobre los subtipos. Un tumor de células germinales comienza en las células que producen espermatozoides, puede clasificarse como seminomatoso o no seminomatoso, y significa lo siguiente3, 4:
- Seminomatoso: es el tipo más frecuente. Crecen lentamente y pueden tratarse, de forma eficaz, con cirugía, quimioterapia y radiación. A veces, la vigilancia activa (control estricto) se utiliza para los seminomas en etapa inicial o menos agresivos.
- No seminomatoso: este tipo de tumor de células germinales puede crecer con mayor rapidez y responder menos al tratamiento.
Existe otro tipo de tumores llamado "tumores del estroma". Son más raros y representan menos del 5 % de los casos. Comienzan en el tejido de soporte y productor de hormonas o estroma. Estos tumores no suelen ser cancerosos o, si lo son, pueden curarse con cirugía.5
A veces, los hombres encuentran un bulto en un autoexamen o notan algo anormal sin querer. O bien, pueden encontrarse bultos en el examen físico anual cuando el médico realiza el control regular. Sin embargo, el hecho de que haya un bulto no significa que sea cáncer. El médico puede recomendarte una ecografía testicular o un análisis de sangre (para confirmar si hay marcadores tumorales). Si los resultados sugieren la posibilidad de cáncer, es posible que sea necesario extirpar quirúrgicamente el testículo para realizar el diagnóstico final.5
Los signos del cáncer de testículo son bastante claros. Si bien es probable que la mayoría de los bultos sean causados por algo distinto al cáncer, siempre es mejor estar atento y controlar si hay algo nuevo. Por ejemplo6, 7:
- Bultos en cualquiera de los testículos (lo más frecuente y, por lo general, duros, pero indoloros)
- Inflamación en los testículos
- Dolor sordo en la ingle
- Pesadez, dolor o malestar en el escroto
- Acumulación repentina de líquido en el escroto
- Agrandamiento y sensibilidad de las mamas (poco frecuente)
Si tienes alguno de estos síntomas y dura más de dos semanas, consulta con el médico.
Se desconocen las causas del cáncer de testículo. Parece ser un misterio qué hace que esas células germinales (el lugar más frecuente donde crecen los tumores) se vuelvan anormales. Todavía se están realizando bastantes investigaciones. Sin embargo, algunos factores de riesgo conocidos incluyen los siguientes7, 8:
- Descenso incompleto de los testículos: ocurre cuando uno o ambos testículos no descienden desde el abdomen (donde se desarrollan) hasta el escroto. Se produce solo en el 3 % de los niños, pero aumenta, en gran medida, la probabilidad de padecer cáncer de testículo.
- Antecedentes familiares: si tu padre o tu hermano han sido diagnosticados, tus posibilidades aumentan, pero no mucho.
- Edad: alrededor de la mitad de los casos ocurren en hombres de entre 20 y 34 años, pero se puede diagnosticar a hombres de todas las edades, desde bebés hasta personas mayores.
- Raza: Los hombres blancos tienen más probabilidades de padecer cáncer de testículo.
Puede tratarse de varias maneras, y la mejor opción dependerá de su tipo y gravedad. Habla con tu proveedor sobre tu situación específica. Este es un detalle de qué esperar9, 10:
- Cirugía: por lo general, una cirugía es todo lo que se necesita para eliminar el cáncer. Se extirpa el testículo, y es posible que se reemplace con una prótesis. El urólogo también puede que quiera extirpar los ganglios linfáticos cercanos para evitar que el cáncer utilice esos ganglios como vía para propagarse a otras partes del cuerpo. Después de la cirugía, es probable que tengas que realizar visitas de seguimiento continuas con el médico para asegurarte de que el cáncer no haya reaparecido.
- Radiación: a menudo, se emplea en hombres con seminomas o como tratamiento adicional después de la cirugía. La radiación, por lo general, se usa para eliminar las células cancerosas que pueden haberse diseminado a los ganglios linfáticos.
- Quimioterapia: estos medicamentos eliminan las células cancerosas que pueda haberse trasladado hacia fuera del testículo. También reduce el riesgo de que el cáncer reaparezca. La quimioterapia se puede usar sola o junto con la cirugía.
Habla con tu médico sobre las opciones y evalúa los pros y los contras. Querrás comprender los posibles efectos secundarios, la eficacia y el tiempo de recuperación de cada tratamiento.
¿Cómo puedo hacerme un examen para detectar cáncer de testículo?
Si crees que puedes tener síntomas de cáncer de testículo, programa una visita con el proveedor de atención primaria (el médico o proveedor al que podrías consultar para tu examen anual). Es probable que el médico verifique si hay bultos en el examen físico anual (también debes controlarte con regularidad). Si hay un bulto que necesita atención, es posible que debas hacerte una ecografía o un análisis de sangre para identificar qué podría ser. Según esos resultados, podrán derivarte a un especialista, como un urólogo u oncólogo.11