Consejos de comunicación para cuidadores de padres mayores


Los padres están acostumbrados a cuidar de sus hijos. Entonces, es natural que, cuando se invierten los roles, sea difícil adaptarse. La comunicación clara ayuda a que esa adaptación sea lo más fluida posible. Entre muchas otras habilidades, los cuidadores de familiares deben poder hablar de una manera que haga que sus padres ancianos se sientan respetados, apoyados y comprendidos.

Esto puede tener sus dificultades. Por ejemplo, un padre puede tener problemas de audición, confundirse fácilmente o tener problemas para responder rápidamente. Y es posible que los cuidadores tengan que abordar temas delicados, como la salud, la seguridad y la independencia, así como el dinero y la conducción de vehículos.

Sigue leyendo para ver consejos para iniciar la conversación y mantenerla de una manera que funcione para los cuidadores y sus padres.

1. Sigue algunas pautas generales

Para ayudar a que las conversaciones sean más fluidas, intenta cumplir con estas reglas tanto como sea posible, sin importar de qué estés hablando.

  • Sé paciente. A nadie le gusta que lo apresuren a tomar decisiones o responder una pregunta, especialmente si tiene problemas de memoria.1
  • Habla en primera persona en lugar de usar el "tú".2 Decir "Tú tienes que hacer esto" o "Tú me haces enojar" puede poner a los padres a la defensiva. Prueba frases como "Estoy preocupado" o "Estoy enojado".
  • Mantén la calma. Nada cierra tanto a una persona como una discusión acalorada. Si sientes que estás enojado o que vas a empezar a discutir, aléjate. 3
  • Déjalos intervenir. Dales a tus padres la oportunidad de expresar su opinión y compartir cómo se sienten durante la conversación.2

2. Empieza a hablar antes de que haya una crisis

Cuanto antes empieces a hablar con tus padres ancianos sobre sus deseos para la atención, mejor. Así estarás más preparado para asegurarte de que se respeten sus deseos. "Si tienes la más mínima sospecha de que tus padres necesitan atención, no la ignores", comenta Sue Ryan, cuidadora familiar, asesora de cuidados, oradora y educadora de Naples, Florida.

Siempre que sea posible, ten esta conversación antes de que haya un diagnóstico, para que haya más tiempo para organizar las cosas. Para iniciar la conversación general sobre el cuidado, comienza por recordarles a tus padres que tu preocupación proviene del amor, sugiere Ryan. Di algo como: "Te quiero mucho. Durante años, me has cuidado. Ahora es mi turno. Estoy aquí para ayudarte".

3. Enfatiza que tú los defenderás

Cuando los padres reciben cuidados, un temor común es perder el control de las decisiones que afectan sus vidas, señala Kimberly Whiter, Ed.D., directora ejecutiva de Elder Care Solutions, una compañía de educación sobre cuidados con sede en Roanoke, Virginia.

Para aliviar este temor, hazles saber a tus padres que quieres obtener la mayor cantidad de información posible sobre sus deseos ahora, agrega Whiter. De esa manera, podrás respetar sus deseos si alguna vez no pueden hablar por sí mismos.

Es útil enmarcar la discusión utilizando frases en primera persona. Whiter recomienda decir: "En algún momento, es posible que yo tenga que tomar una decisión por ti. Mi principal objetivo es garantizar que sea lo que tú hubieras querido y preservar tu dignidad y tus límites. Esa es la información que estoy tratando de obtener en este momento". Si tienes dificultades para obtener la información correcta de tus padres, pide ir con ellos a su próxima cita con el médico. Como grupo, pueden hablar sobre los detalles de sus objetivos generales de atención médica y la planificación anticipada de la atención médica.

4. Busca oportunidades de conversación

Si tus padres no quieren tener discusiones más profundas, busca oportunidades en las conversaciones cotidianas, recomienda Whiter. Por ejemplo, un padre puede mencionar que acudirá a su próxima cita con el médico. Esa es una oportunidad para obtener más información sobre su salud. Di algo como: "¿Cómo van las cosas? ¿Qué te dijo el médico?"

Si tienes dificultades para obtener la información correcta de tus padres, pide ir con ellos a su próxima cita con el médico. Como grupo, pueden hablar sobre los detalles de sus objetivos generales de atención médica y la planificación anticipada de la atención médica.

Las conversaciones informales también pueden ser una manera de confirmar la sospecha de que algo puede no estar bien, agrega Ryan. Por ejemplo, si sospechas que el mundo de un padre se está haciendo más pequeño, pregúntale si sigue participando en sus actividades semanales, como salidas a almorzar o clases de baile de salón. Si dejas en claro que estás preguntando desde el amor y el apoyo, tus padres pueden estar más dispuestos a abrirse, explica Ryan.

5. Comparte historias cercanas

Otra forma de plantear temas delicados es compartir historias sobre ti mismo o sobre otras personas que conozcas. "Están estas puertas por las que puedes atravesar", dice Whiter. "Cuando ves que se abren, es un poco más fácil iniciar una conversación".

Por ejemplo, tal vez les digas a tus padres que has simplificado el pago de tus facturas configurando pagos automáticos en línea. Luego, pregúntales si están haciendo algo similar, señala Ryan. Si no es así, ofrécete a mostrarles lo que estás haciendo y pregúntales si desean ayuda para configurar los pagos en línea.

Sugiere a tus padres que organicen sus cuentas financieras y contraseñas haciendo una lista, aconseja Ryan. Ofréceles ayudar para crear y mantener sus listas. O, al menos, pídeles que te muestren dónde las guardan, en caso de que necesites intervenir. Este tema puede ser una manera natural de preguntarles a tus padres si han considerado la posibilidad de otorgar un poder financiero (POA, por sus siglas en inglés).

Compartir historias sobre amigos o vecinos es otra manera de presentar temas delicados, explica Whiter. Recomienda retomar una historia preguntando: "Si alguna vez te encuentras en esa posición, ¿qué te gustaría que hiciera?"

6. Sigue intentándolo

No importa lo diplomático que seas, ten en cuenta que es posible que un padre no quiera hablar sobre temas personales, como su salud o sus finanzas. Es posible que se enorgullezca de su independencia y se pongan a la defensiva cuando se le pregunta. Si ese es el caso, sigue buscando "esos momentos en los que puedas volver a intentarlo", dice Whiter. Una buena frase inicial, sugiere Ryan, es: "Ayúdame a entender".

Lo más probable es que tus padres estén preocupados por los mismos problemas que tú. Mientras sigas asegurándoles que tu deseo de ayudar viene del cariño, estas conversaciones eventualmente se volverán más fáciles.

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