Cómo ayudar a tu hijo si sufre acoso


Para muchos padres, cuando su hijo sufre acoso el primer instinto puede ser tratar de protegerlo. La situación puede parecer aislada, como si solo le estuviera sucediendo a tu hijo. Pero la realidad es que no están solos.

El acoso escolar ocurre con mayor frecuencia en los grados 6 a 8, y alrededor del 28 % de los niños en esos grados informan haber sufrido acoso en la escuela, según el National Center for Education Statistics.1

Pero no es exclusivo de los estudiantes de secundaria: Aproximadamente 1 de cada 5 estudiantes secundarios informan haber sufrido acoso dentro de la escuela, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).2 El acoso, si no se aborda, puede provocar depresión y ansiedad en los niños. Y los niños que sufren acoso también pueden bajar sus calificaciones y tienen más probabilidades de abandonar la escuela.3

Los padres pueden desempeñar un papel importante, tanto a la hora de detectar el acoso como de prevenirlo. "Necesitamos que todos los padres hablen sobre el acoso, ya sea que su hijo sea la víctima, el perpetrador o un espectador", dice Gail Saltz, M.D., profesora clínica adjunta de psiquiatría en New York Presbyterian Hospital Weill-Cornell Medicine Medical College y presentadora del pódcast How Can I Help? de iHeart. Esto es lo que los padres tienen que saber sobre el acoso y cómo ayudar a detenerlo.

Qué es el acoso

El acoso es un comportamiento agresivo no deseado. "Causa dolor, cuyo grado puede variar de una víctima a otra", dice la Dra. Saltz. Puede ocurrir en niños desde preescolar (o incluso más pequeños) y continuar hasta la escuela secundaria.

Para que un incidente sea clasificado como acoso escolar, debe tener 2 componentes4:

  1. Un desequilibrio de poder. Los niños que acosan usan su poder (ya sea mediante la fuerza física, propagando rumores o excluyendo a alguien de un grupo) para lastimar a otro niño.
  2. Repetición. Debe haber sucedido más de una vez o tener el potencial de suceder más de una vez.

Hay 3 tipos generales de acoso:4

  • Acoso verbal: incluye burlas, insultos y amenazas.
  • Acoso social: un niño puede ser excluido, convertirse en objeto de rumores o ser avergonzado en público.
  • Acoso físico: agresión física, como golpear, hacer tropezar o romper cosas ajenas. En esto pensamos a menudo cuando escuchamos la palabra "acoso".

Los 3 tipos tienen una cosa en común: la experiencia puede ser perjudicial para el niño acosado.

Por qué acosan los niños

Hay varias razones por las que un niño puede acosar a otro. Pueden abarcar desde la inseguridad hasta la vida familiar. Los impulsores más comunes del comportamiento acosador incluyen:

  • Temor. "Si un niño es diferente, si tiene problemas médicos o psicológicos, por ejemplo, esto puede asustar al otro niño o hacerlo sentir incómodo", dice David Tzall, Psy.D, psicólogo con licencia en New York City. "Cuando algo no nos gusta, tendemos a rechazarlo".
  • Celos. Si un niño tiene algo que el otro no tiene, esto puede generar resentimiento. "Vemos mucho de eso en la escuela secundaria, cuando las niñas acosan a otras niñas que se desarrollan sexualmente antes que ellas", señala Tzall. "Es una forma de protegerse. Dirán que no quieren algo que tiene el otro niño, para hacerlo quedar mal".
  • Inseguridad. Si los niños tienen baja autoestima, pueden acosar a otros para sentirse más poderosos.5
  • Factores familiares. Algunos niños que acosan pueden provenir de familias donde el acoso y la agresión son la norma, dice la Dra. Saltz. Como resultado, creen que es lo esperado.5 "Es normal que todas las personas, especialmente los niños, tengan sentimientos negativos como agresión hacia los demás", dice. "Pero es trabajo de los padres socializar a sus hijos y enseñarles que ciertos comportamientos no están bien".
  • Deseo de elevar el estatus social. La estatura y el poder entre los estudiantes suelen ser importantes para ellos, especialmente en la escuela media y secundaria, señala la Dra. Saltz. Algunos niños intentan humillar a otros para aumentar su propia popularidad.5

Cómo proteger a tu hijo

Es importante conocer las señales de acoso. Las señales de alerta, como la depresión y el retraimiento, son indicadores potenciales de que tu hijo está sufriendo acoso, dice Tzall. Otras señales incluyen6:

  • Lesiones que tu hijo no puede explicar
  • Objetos personales perdidos
  • Quejas de dolores de cabeza o de estómago
  • Saltarse comidas o volver de la escuela con hambre por no haber almorzado
  • Problemas para dormir
  • Bajas calificaciones
  • Evitación de la escuela
  • Autolesiones
  • Hablar sobre el suicidio

Si notas alguno de estos signos, habla con tu hijo pequeño o adolescente de inmediato.

Aborda el acoso de inmediato

Atrás quedaron los días en que los padres recomendaban a sus hijos cómo resolverlo, explica Tzall. Comunícate con la escuela y denúncialo. No contactes a los padres del otro niño, ya que puede empeorar las cosas. Además, ten en cuenta que cada estado tiene sus propias leyes sobre el acoso escolar que pueden limitar lo que se puede compartir contigo sobre las medidas disciplinarias para el otro niño.7

Habla con tu hijo

Tómate el tiempo para escucharlo y concéntrate en lo que te dice. Déjale en claro que el acoso no es su culpa. Pregúntale qué lo haría sentirse seguro. También es una buena idea que hable con un terapeuta.8

Elabora un plan

Quieres ayudar a tu hijo a descubrir cómo superar la situación si vuelve a suceder. Esto puede incluir buscar ayuda de un adulto o decirle al acosador que lo deje en paz. Puede haber amigos con quienes pueda caminar a la escuela para disuadir al acosador. Tú tienes que darle herramientas para mantener la calma. Si se siente mal, esto puede alentar al acosador a continuar.8

Busca otras actividades

Es posible que tu hijo quiera aislarse. Pero anímalo a realizar actividades que pueda disfrutar, como unirse a una clase de karate o aprender a tocar un nuevo instrumento. "Lo mejor es que tu hijo tenga una sensación de dominio y orgullo y, con suerte, que también encuentre un nuevo grupo de pares", dice Tzall. "Cuanto más puedas hacer que tu hijo salga y haga cosas que afiancen buenos valores, más podrá desarrollar su confianza".

Enseña a tu hijo a ser un "defensor"

Un defensor se defiende a sí mismo y a otros que están sufriendo acoso. La investigación sugiere que los niños que actúan como defensores informan más optimismo y autoestima que los niños que apoyan al acosador o permanecen en silencio.7 Incluso si tu hijo no está sufriendo acoso, es posible que vea que le sucede a otra persona. Habla con él sobre cómo manejar la situación. Si se siente cómodo, puede alzar la voz y ayudar a la víctima del acoso.7

Otra forma en que los defensores pueden ayudar es cambiando de tema o usando el humor para tratar de desviar la situación. Pueden animar a la víctima a alejarse y hacer otra cosa.8 Si tu hijo no se siente cómodo con alzar la voz en el momento, es importante que denuncie el acoso a un adulto de confianza. Puede ser un padre, un maestro o un administrador escolar.8

En resumen: Lo último que cualquier padre quiere oír es que su hijo está sufriendo acoso. Afortunadamente, los 50 estados tienen leyes contra el acoso y muchas escuelas ahora tienen políticas formales sobre el acoso. Si tu hijo está sufriendo acoso y la escuela no toma medidas, es posible que tengas que llevar un registro detallado de los incidentes y hablar con el director de la escuela, la oficina del distrito escolar o incluso el Departamento de Educación de tu estado. Tu hijo tiene derecho a sentirse seguro y protegido en la escuela.

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